Con el crecimiento exponencial del volumen de datos en la red, los ataques por denegación de servicio distribuidos (DDoS) son cada vez más frecuentes, los piratas informáticos y activistas prefieren los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS). Así lo demuestran numerosos casos recientes, que han confirmado el crecimiento del fenómeno. Esto se debe a la facilidad de uso de las herramientas para su gestión. Además, la llegada del Internet de las cosas (IoT) ha simplificado el trabajo y ha multiplicado exponencialmente los efectos.